Todos padecemos estrés. Y cada uno tenemos nuestras propias formas de manejarlo. Una de las más comunes es COMIENDO. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera cortisol (hormona del estrés) y también ghrelina (hormona del hambre). La ghrelina estimula la liberación de dopamina en el cerebro, diciéndole al cuerpo que QUIERE comer. El cortisol es el que desencadena nuestros antojos de alimentos que son salados, dulces y fritos. Es decir, cuando te sientes estresado, de repente tienes un fuerte apetito y un intenso deseo de alimentos que den una subida de energía y placer inmediato.
¿Cómo sabes cuando estás comiendo por hambre y cuándo por estrés?
Existe una gran diferencia entre comer por estrés o porque tu cuerpo lo necesita. Sin embargo, al estar estresado es muy difícil discernir. A continuación, te detallo las principales diferencias entre comer por estrés y comer porque lo necesitas:Hambre por estrés | Hambre física |
Aparece de repente y se siente abrumador | Aparece gradualmente y no exige saciarse instantáneamente |
Tienes antojos, sobre todo de alimentos altos en grasas y azúcares | Toda la comida suena bien. Sólo quieres algo de comer |
No piensas en las cantidades que comes | Estás consciente de la cantidad que comes y cuando estás lleno |
Siempre querrás más comida sin saciarte | Se termina tu necesidad cuando estás lleno |
Sentimiento de culpabilidad | No tienes sentimiento de culpabilidad |
Cómo detener el comer por estrés:
- Reconocer que comes por estrés
- Comenzar a tratar el estrés para no seguir comiendo por esto.
- Mindfulness: cuando se practica estar más en el momento presente. Se mira más claramente los momentos donde comemos por estrés y los logramos discernir para no caer en comer sin necesidad. También ayuda a reducir los niveles de estrés el practicarlo. A menos estrés, menos gula. También presta uno más atención a los sabores y texturas de lo que se está comiendo.
- Constelación familiar: Hay terapeutas que trabajan este tema, porque muchas veces en las dinámicas familiares la comida está relacionada con premio y/o castigo. A través de esta terapia, también se puede trabajar la relación con la comida.
- Coach/psicólogo en desórdenes alimenticios: Estos procesos ayudan a cambiar la relación que tienes con la comida y aprendes a conocerte mejor para tener una relación más sana con tu cuerpo y el alimento que le das.